¿Y CÓMO SABER SI YA ES HORA?

 

Hoy es uno de esos días en que siento que crecí. Dormir a un perro que ha sido un verdadero hijo es duro. Se te apachurra el corazón y sientes un enorme vacío por dentro. Llevamos semanas debatiéndonos en esta pregunta: ya será momento de dejarlo ir?

Sin duda la respuesta era positiva porque lo importante era que él no sufriera. Definir entre el sufrimiento del otro y el tuyo requiere de un importante trabajo de ego. No lo quiero dejar ir sólo para que no me incomode su dolor o los cuidados que debo procurarle. No lo quiero conservar para no extrañarlo si en realidad veo que lo pasa mal. Esa fina línea ha sido un trabajo de introspección, de charlas personales y de pareja. Finalmente llegó el día de hacerlo y honestamente me costó trabajo hasta el último suspiro. Me pregunté mil veces si tengo derecho de decidir sobre la vida de otro ser vivo, por más amor que haya de por medio.
Ese punto sigue sin respuesta. Hoy sentí cómo un ser amado se desvaneció frente a mi y dejó de latir su corazón. El mío sufrió y sufre hace días pero siento que hicimos lo correcto. Disertaciones sobre la vida y la muerte. Esto sin duda te cambia y te enfrenta a muchos sentimientos encontrados.
Llorar y dejar salir los sentimientos….

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