2015 llego fuerte y enseñándome sobre las pérdidas de seres amados. Siguió fuerte hasta el día de hoy. Este año ha estado lleno de emociones fuertes, de amigos entrañables, pérdidas económicas, iniciaciones, retos, reconocimientos y en suma….
Puras enseñanzas. Cuando uno analiza lo que sucede, no hay forma de no crecer y de agradecer por esas enseñanzas. Este año me di cuenta de que mi supuesta gran experiencia es muy corta comparada con la grandeza de lo que el destino tiene preparado para el futuro. Me di cuenta de que tengo mucho que aprender y me di cuenta de que el tiempo es el regalo más difícil de dar y recibir, es por ello que debemos luchar por él y gozar los minutos que la vida nos regala con nuestros seres queridos. Deseo un gran 2016 a todos y que puedan llegar a observar su año con estos anteojos de agradecimiento que hoy me puse. ¡Felicidades!