La semana pasada tuve la oportunidad de llevar a mi hijo a conocer Disney.
Fue la cosa más emocionante porque todavía tiene la edad de la inocencia en que ven a Mickey y sienten que es Mickey, no el señor dentro de la botarga.
Mis amigas me habían contado del tipo de comida que iba a encontrar y la calidad de la misma, así que antes de entrar hicimos una escala en un super orgánico para comprar un arsenal de cosas ricas.
Llevé fruta, snacks deliciosos, barras, jugos prensados en frío, agua de coco, leche de coco, nueces y agua natural, entre otras cosas.
Entramos al parque como Caperucita Roja, con bolsas llenas de cosas ricas y cada que nos daba sed, hambre o antojo nos parábamos a hacer un mini pic-nic con todo lo que compramos.
En realidad lo hicimos por un tema de comer rico pero sano y sin embargo resulta que los precios de todo lo que puedes comer ahí dentro son muchísimo más elevados y con puras cosas que …. no.
Me sorprendió que a estas alturas del partido no haya oferta de comida deliciosa y saludable pero creo que en la medida que sigamos haciendo nuestras compras en favor de una alimentación sana, vamos a lograr que la oferta crezca.
Recuerda que cada compra que haces es un voto por un estilo de vida. Feliz 2016!