Hoy me siento como traducción de película gringa de los 80.
Hoy es el primer día del resto de mi vida. Finalicé un importante proceso que se llama “Primal” o Descondicionamiento de la Infancia. Estoy profundamente agradecida con la vida por haberme topado con Gulistan Plevri, ser lleno de luz y amor que me acompañó de la mano en este intenso proceso al que me interné justo después de salir de un retiro de fuego que resultó abrir una caja de Pandora en mi vida.
O sea qué fácil…. jajaja, me metí a remover mis primeros años de vida justo cuando descubrí que tenía los cimientos en importante estado de fragilidad.
Desde el 8 de mayo he trabajado en mí más que nunca. He sorteado las olas conforme voy pudiendo y he salido a flote como un gran perro labrador. Más por instinto que cualquier otra cosa.
Mucha gente hace este tipo de procesos dentro de un retiro de 7 días porque el trabajo es muy profundo y en casos duro.
La verdad es que se requiere de mucha fuerza interna al salir de algunas sesiones con la cara y arrojo necesarios para sortear una junta o reuniones escolares.
Puedo entender que el retiro te permite entrar del todo en el estado de ánimo necesario, pero a veces es imposible hacerte tantos días libres como uno quisiera para hacer todos los retiros que uno necesita.
Lo cierto es que todo es perfecto y en este momento de mi vida me siento más plena, libre y clara que en muchos años.
Tuve oportunidad de tocar con mucho dolor, mucho enojo, mucha soledad y finalmente con una paz indescriptible. Estoy feliz y en paz, estoy agradecida.
Yo invito a todos a que hagan este tipo de trabajos. Cada quien puede escoger sus caminos pero sin duda vale la pena indagar en nuestra infancia para saber quienes somos de verdad. Qué nos mueve, qué nos detiene, qué nos da miedo y qué nos impulsa.
Gracias totales a Gulistan de mi corazón. Hoy creo que soy distinta al día que empezamos y que tengo a mi vida y a mi niña interna en el mejor lugar posible para seguir adelante en mi labor como adulto.
PRIMAL
