EL VIAJE DE #LIANITADELAMOR

Baby hand

El 22 de agosto del 2013 se me rompió la fuente a las 21:30 hrs., llevaba 39.2 semanas de embarazo.
En ese momento me di cuenta de que debía hacer mi examen de tercer módulo de IIN porque una vez que tuviera a mi bebé en brazos iba a ser súper difícil, y si no lo presentaba ese siguiente domingo, iba a estar en problemas. Estábamos a jueves y lo había estado postergando.
Una vez que hicimos las llamadas correspondientes me puse a hacer el examen en compañía de mi esposo. No estaba muy concentrada que digamos pero al final lo logré.
Pasé la noche descansando y esperando a que comenzara el trabajo de parto. El agua seguía saliendo pero las contracciones no llegaban.
Nos fuimos al hospital esa mañana mientras mi suegra se quedó con mi primer hijo en casa.
Nuestro ginecólogo es lo máximo, Gilberto Ramírez Bergerón, él me ayudó todo el tiempo para que lográramos parto ya que yo venía de una cesárea que me había frustrado mucho.
Gilberto es un doctor que te ayuda a seguir tu plan, que te hace responsable de tu proceso y de tus decisiones siempre y cuando no vea que algo se vuelve peligroso. Es de esos pocos doctores que cree firmemente en el parto y en que el proceso lo guía la mujer que está a punto de dar a luz.
Pasaron muuuchas horas y no había mayor avance. Caminamos, cantamos mantras, canciones que me llevan a lugares hermosos, hablamos con la nena que estaba anunciando su llegada, pero que no encontraba el camino de salida del vientre de su madre.
Hubo un momento en que era ya mucho esfuerzo y dolor y tomé la decisión de bloquearme. Me costó mucho trabajo porque quería hacerlo sin ningún tipo de “fármaco”, quería la experiencia del parto natural, pero al rededor de las 17:00 hrs. del viernes de plano pedí un bloqueo ligero.
Eso ayudó a que la labor continuara más horas.
Dilaté a 10 cm., pujé, mi nena hizo una labor titánica por salir y colaboró como la campeona que hoy cumple 3 añitos pero no lográbamos que saliera.
Gilberto nos ayudó a intentar moverla, girarla, hicimos de todo…. la nena pensaba que la salida de mi cuerpo estaba por el sacro.
Todavía unos segundos antes de que me hicieran la incisión para sacarla hicimos el último intento, pujamos, empujamos y rezamos….. la nena tenía otros planes y así lo respetamos. Eso pasa con los hijos, se cruza tu proceso con el suyo y hay que saber respetar los lugares en dónde se cruzan.
25 horas después de que se rompió la fuente llegó al mundo nuestra #lianitadelamor, escuchando el segundo movimiento de la 7a. de Beethoven, llena de amor e ilusiones, pesando 3,600 kg. y con un grito feroz que anunciaba la llegada de una chamancita en potencia.
Hoy celebro profundamente su llegada y la valentía de mi pareja que me acompañó cada una de esas horas en las que nos pasaron muchas emociones.

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