Este magnífico año me enseñó quien soy de verdad, renací y descubrí de qué estoy hecha.
Entendí el por qué de muchos de mis comportamientos, mis carencias y mis fortalezas.
Este año ha sido extraordinariamente difícil y al mismo tiempo lleno de bendiciones.
He aprendido a sentir sin juzgar mis sentimientos, a meterme en mi capullo hasta lograr desarrollar las alas que necesitaba para ser una mariposa capaz de volar libremente.
He aprendido que ese vuelo libre implica la responsabilidad de dejar ciertas situaciones o patrones de comportamiento. Que ser libre es maravilloso pero que tiene un costo ya que hay relaciones que no sobreviven tu nuevo status personal.
Ser libre habla de dar a manos llenas y de aprender a pedir lo que necesitas o decir lo que no te gusta, esa ha sido una de las bendiciones del año. Aprender que existe esa maravillosa posibilidad: decir NO a lo que no me gusta y no sentir miedo.Ese NO, cuesta mucho en algunas ocasiones, incluso puede costarnos algunas relaciones pero sin duda es de lo más sanador ya que nos merecemos relaciones recíprocas.
Las relaciones que no aceptan un NO o en las que sólo aplican las reglas de la otra persona tal vez no nos estén haciendo bien y no nos hemos dado cuenta.Lo más maravilloso de estos descubrimientos es la posibilidad de no volver a enfermar a mi tiroides, por ejemplo. El descubrir las situaciones que realmente causaron mi hipotiroidismo de años, porque gracias a lo que he estudiado de medicina consciente, ahora se que todas las “enfermedades” del cuerpo físico provienen de un evento traumático vivido desde el aislamiento.
En fin, podría seguir enumerando descubrimientos y bendiciones del 2016 pero a lo que invito a los que aquí tengan puestos sus ojos, es a darse la oportunidad de empezar a vivir desde esa extraña libertad que la sociedad occidental normalmente no promueve.
Bienvenido 2017, El primer año del resto de mi vida y espero que de la de todos ustedes!
Entendí el por qué de muchos de mis comportamientos, mis carencias y mis fortalezas.
Este año ha sido extraordinariamente difícil y al mismo tiempo lleno de bendiciones.
He aprendido a sentir sin juzgar mis sentimientos, a meterme en mi capullo hasta lograr desarrollar las alas que necesitaba para ser una mariposa capaz de volar libremente.
He aprendido que ese vuelo libre implica la responsabilidad de dejar ciertas situaciones o patrones de comportamiento. Que ser libre es maravilloso pero que tiene un costo ya que hay relaciones que no sobreviven tu nuevo status personal.
Ser libre habla de dar a manos llenas y de aprender a pedir lo que necesitas o decir lo que no te gusta, esa ha sido una de las bendiciones del año. Aprender que existe esa maravillosa posibilidad: decir NO a lo que no me gusta y no sentir miedo.Ese NO, cuesta mucho en algunas ocasiones, incluso puede costarnos algunas relaciones pero sin duda es de lo más sanador ya que nos merecemos relaciones recíprocas.
Las relaciones que no aceptan un NO o en las que sólo aplican las reglas de la otra persona tal vez no nos estén haciendo bien y no nos hemos dado cuenta.Lo más maravilloso de estos descubrimientos es la posibilidad de no volver a enfermar a mi tiroides, por ejemplo. El descubrir las situaciones que realmente causaron mi hipotiroidismo de años, porque gracias a lo que he estudiado de medicina consciente, ahora se que todas las “enfermedades” del cuerpo físico provienen de un evento traumático vivido desde el aislamiento.
En fin, podría seguir enumerando descubrimientos y bendiciones del 2016 pero a lo que invito a los que aquí tengan puestos sus ojos, es a darse la oportunidad de empezar a vivir desde esa extraña libertad que la sociedad occidental normalmente no promueve.
Bienvenido 2017, El primer año del resto de mi vida y espero que de la de todos ustedes!